Los hermanos Wright empezaron con tres planeadores de madera de pìno (Flyer I), fresno (Flyer II) y muselina (Flyer III). El segundo modelo tuvo muchos problemas en los virajes. Sin embargo, el Flyer III, resultó un aparato que planeaba muy bien, con unas buenas características de vuelo (dentro de lo que cabe), por lo cual decidieron acoplarle un motor.
Este aparato era guiado mediante la torsión de las puntas de las alas y el timón de dirección, y supuso la base del vuelo guiado que conocemos hoy en día.
Los Wright tenían una imprenta y llegaron a editar el West Side News, pero con la aparición de las primeras bicicletas, se entusiasmaron tanto, que dejaron la editorial Sines a Paul Laurence Dunbar, que era un amigo que les ayudaba y con el tiempo sería conocido como poeta. Se instalaron en la misma calle y crearon la Wright Cycle Co. para venta, construcción y reparación de bicicletas, vendiendo cientos de su modelo Special.
Cuando eran pequeños jugaban con un juguete, que su padre les había regalado, que tenía una hélice que se cargaba con unas gomas retorcidas, y que se elevaba hasta que la hélice dejaba de dar vueltas, sembrando en ellos la curiosidad por volar